La siguiente leyenda cuenta la historia del reloj que no marca las 12. “En cierta provincia de España, señorial mansión, vivía el duque don Manuel de Ávila, uno de los grandes de España, a quien su majestad Felipe II había enaltecido añadiendo a sus feudos, otras muchas tierras que hacían de aquellos contornos uno de los más deleitosos rincones de la provincia de Castilla. El duque De Ávila era uno de los más leales a Felipe II, quien como a él, el rey favoreció con títulos y tierras a otros protegidos, provocando en el duque De Ávila envidias y traición, primero secretamente y después murmurando en contra de todas las disposiciones reales. De esta manera la envidia y recelo se convirtieron en furia por dejar de recibir tanta riqueza y poder. No faltó quien comunicara lo anterior al rey, que su antes muy leal siervo había traicionado la confianza puesta en él, por lo que Felipe II mandó encarcelar al duque De Ávila confinándolo a un calabozo hasta que se le formó causa, resultando ...